Lon Street es una franquicia especialista en centros de tatuajes, piercings y modificaciones corporales. Al frente de esta empresa está José Luis Salas, un tatuador experimentado y con una gran trayectoria que se ha hecho un nombre en el sector.

Se ha convertido en un arte. Con miles de años de historia, el tatuaje ha pasado a ser una moda abierta a todos los públicos. Durante años, fue una costumbre relegada a determinadas esferas sociales, pero a día de hoy, lucir tatuajes y piercings se ha convertido en algo estético y deseado por un público cada vez más heterogéneo. Hombres y mujeres de todas las edades y condiciones sociales presumen de estos adornos, convirtiéndolos en verdaderos complementos de moda.

Es un sector en evolución, en el que los clientes buscan seguridad, higiene, calidad. Atrás quedan los estudios lúgubres y oscuros. Ahora, los locales en los que se ofrecen estos servicios son locales limpios y luminosos. Y Lon Street cuenta con espacios luminosos con zonas acristalas, unos espacios que encantan a los clientes y en los que se encuentran muy a gusto, por ser espacios abiertos y con colores alegres.

Reconocimiento y experiencia
El mundo del tatuaje es muy competitivo, y el prestigio y la trayectoria son determinantes. Y esto es lo que ofrece Lon Street. Es un centro especializado en tatoos y piercings nacido en 2000 en Valladolid. A lo largo de estos años, esta empresa y su dueño, José Luis Salas, se han hecho un nombre reconocido en el sector y ahora, el objetivo es extender su buen hacer a otros puntos de España a través de socios franquiciados.

La franquicia ofrece asesoramiento en cada momento del negocio, las condiciones ideales al franquiciado para que su negocio funcione. Tanto es así, que la firma se compromete a lo siguiente: Si en el primer año el franquiciado se ve obligado a cerrar su franquicia, devuelven lo que ha pagado en concepto de royalties mensuales.

La puerta de entrada al sector
Lon Street abre así a los emprendedores las puertas de un negocio en auge. Lon Street es un fenómeno de gran éxito, ya que siendo parte de Lon Street, perteneces a un gran grupo innovador, con talante y ganas de triunfar.

Lon Street forma a sus franquiciados durante una semana en su centro de Valladolid, aportándole todos los conocimientos necesarios para estar al frente del negocio. Además, se encargan de conseguir todo tipo de licencias. Se trata de una franquicia rentable, con una mínima inversión inicial y un canon de entrada muy asequible.

Las condiciones, al detalle
Para recibir el local llave en mano se requiere una inversión inicial de unos 20.000 euros, con un canon de entrada de 2.500 euros, incluidos en la inversión. El royalty mensual es de 200 euros al mes y el canon de publicidad de 50 euros al mes. El plazo de amortización es de unos dos años. Las ventas anuales, a los cinco años de la apertura, son de alrededor de 120.000 euros.

Lon Street se instala en locales de unos 50 metros cuadrados, a pie de calle. Las previsiones de crecimiento de la empresa son abrir cuatro franquicias este 2012 y nueve más en 2013. Sin competencia en la franquicia, ésta es la primera enseña del sector de los tatuajes.